Pepe Jeans admite una pérdida de valor de 321 millones en su principal filial
25/09/2020
El grupo Pepe Jeans, recientemente rebautizado como All We Wear Group (AWWG), acometió en el ejercicio 2018-2019 un importante deterioro sobre la valoración que mantenía en su principal filial, Pepe Jeans SL, y bajo la que pende el negocio de la firma textil en España.
Las cuentas anuales individuales depositadas por Pepe Jeans Group SL, la sociedad cabecera de la compañía textil y bajo la que cuelgan casi medio centenar de compañías de distintos países, reflejan cómo el grupo llevó a cabo un deterioro de 321,3 millones de euros en Pepe Jeans SL, lo que equivale a un recorte del 50% sobre la cantidad anterior en la que valoraba esta inversión. Esta era de 641 millones en el ejercicio fiscal 2017-2018.
Una pérdida de valor que también se traslada al balance de la sociedad, en concreto en el apartado de “resultados de ejercicios anteriores”, dentro del patrimonio neto, que muestra un saldo negativo de 344,9 millones en el acumulado de los últimos cinco años.
Por contra, la cuenta de pérdidas y ganancias individual de Pepe Jeans Group SL no refleja este deterioro, al reflejar una pérdida de solo seis millones. Las cuentas consolidadas de esta sociedad todavía no han sido depositadas en el Registro Mercantil.
La firma auditora de la compañía, hoy en manos del fondo libanés M1 y de L Catterton, el brazo inversor del gigante LVMH, ya avisó en las cuentas de 2018 que los 641 millones en las que cifraba el valor neto contable de su principal filial no estaban justificados con su rendimiento reciente. Este mostraba, en palabras de PWC, “un descenso de volúmenes de venta y una disminución de márgenes con respecto al plan inicialmente previsto, lo que supone un indicio de deterioro de dicha participación”. En cambio, como también subrayaba el auditor, Pepe Jeans no hizo deterioro alguno, y decía no disponer de “información suficiente” para cuantificar un deterioro objetivo.
En su informe de las cuentas de 2019, firmado con salvedades, viene a recordar lo que ya dijo el año anterior, e insiste en que tampoco cuenta con la información suficiente como para valorar el deterioro de forma objetiva.
Por ello, tampoco puede determinar qué parte del deterioro debía haber registrado en 2018 ni cuál debería traspasarse a los “resultados de ejercicios anteriores” de 2019.